Recuerda no utilizar el nuevo dispositivo con la Wi-Fi de tu casa. De lo contrario, el nuevo dispositivo podría ser descubierto a través de la configuración de su router doméstico. Si no tienes acceso a tu propia cuenta o está siendo vigilada, intenta pedir ayuda a tus amigos.
Utiliza tarjetas SIM de prepago y págalas en efectivo o pide a tus amigos que te envíen códigos de crédito. No accedas a cuentas existentes con tu teléfono, crea otras nuevas para estar más seguro. Esto también se aplica a tu dirección de correo electrónico. Los delincuentes suelen tener acceso a ella.